Ni siquiera los mejores cascos son capaces de proteger contra todo tipo de impactos. Para obtener la máxima protección, deben estar optimizados para el tipo de golpe esperado.
En disciplinas ecuestres como el polo, el pato y el salto, las caídas suelen ser sobre superficies con más resiliencia que el asfalto. Sin embargo, también existe la posibilidad de caer sobre una superficie dura, como las tablas en el polo.
Los cascos pueden clasificarse en dos categorías: de un solo uso y de múltiples impactos.
Los cascos de un solo uso se fabrican principalmente con poliestireno expandido (EPS) debido a las propiedades de este material. El EPS es resistente, ligero, fácil de fabricar y tiene excelentes características de absorción, pero ofrece muy poco rebote. Recupera parte de su espesor una vez aplastado, pero no recupera su protección. Si no se desecha tras el primer golpe, puede haber una desagradable sorpresa si se recibe un segundo impacto fuerte en el mismo lugar. Los cascos de bicicleta, motocicleta, patines y equitación suelen utilizar EPS para gestionar la energía del impacto.
Los cascos multi-impacto se fabrican con polipropileno expandido (EPP). El EPP se asemeja al EPS, pero tiene un tacto ligeramente gomoso. Se recupera lentamente tras un golpe y soporta más impactos. Nadie puede decir cuántos golpes más puede soportar, pero es más de uno. Sus características de absorción y fabricación no son tan buenas como las del EPS, por lo que el casco puede tener que ser más grueso.
Los cascos multigolpe se fabrican principalmente con espuma de nitrato de butilo, una espuma “blanda” pero densa que resiste muchos impactos. Suele ser negra o gris. Es más pesada que el EPS y no puede gestionar tanta energía de impacto para un grosor determinado. Los cascos de hockey y fútbol se fabrican de este modo.
Las normas de seguridad para deportes ecuestres son distintas para cada disciplina, aunque las pruebas de laboratorio son similares (ASTM, VG1, PAS015, NOCSAE, etc). En Falcon Polo, nuestros cascos de polo también pueden ser utilizados para Pato y endurance. También pueden ser utilizados para salto, aunque el estilo del casco es diferente. Nuestros cascos para turf y para jineteada tienen otro tratamiento.
En conclusión, los requisitos de los cascos varían según las distintas actividades. Aunque la tecnología ha avanzado lo suficiente como para combinar cascos de múltiples impactos y de un solo uso, se sugiere no utilizar un casco para múltiples deportes a menos que se elija con cuidado. La clave es fijarse bien en las etiquetas de certificación para asegurarse de que el casco está homologado para el deporte o deportes para los que se desea utilizarlo. Así, no cualquier casco de equitación puede ser usado para polo, ni un casco de bicicleta o skate para un deporte ecuestre.